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Foto del escritorCyberpeace Tech

Las ciberamenazas no afectan solo a las empresas

Entre más aspectos de nuestra vida ocurren en el entorno digital, más vulnerables somos a las ciberamenazas, no hace falta ser el director ejecutivo de una compañía multinacional para estar en la mira de los ciberdelincuentes, prácticamente cualquier persona que tiene presencia en el terreno digital es susceptible de ser atacada, llámese niños, niñas y adolescentes o adultos mayores, e incluso personas con discapacidad.


FAMILIA

Las ciberamenazas están latentes en muchos espectros de la vida cotidiana: basta la instalación de una aplicación no verificada para dar acceso, sin que lo sepamos, a un tercero que podrá obtener información sensible de nosotros, por ejemplo los datos de acceso a las aplicaciones bancarias en donde tenemos guardado nuestro dinero; o las niñas, niños y adolescentes pueden ser víctimas de extorsión sexual en las redes sociales.


Niños, un eslabón débil


Ana de Saracho, directora de Asuntos Públicos, Regulación y Negocio Mayorista en Telefónica Movistar México, comentó sobre las ciberamenazas contra niñas, niños y adolescentes, detalló que en México, según el Inegi, hay 22.3 millones de niñas, niños y adolescentes de entre 6 y 17 años de edad que están utilizando constantemente el internet como parte de sus vidas y que son vulnerables porque “no han terminado de desarrollar su cerebro y no pueden tomar decisiones responsables”


“La Unicef marca 3 tipos de riesgos a los que están sujetas las personas menores de edad en internet: de contenido, contacto y conducta. Los de contenido se refieren a que los niños tengan acceso a cualquier cosa en internet; si no hay controles parentales el internet les puede brindar imágenes y situaciones de extrema violencia, de extrema sexualidad, y quizá ellos no están en el momento de madurez adecuado para que tengan acceso a esos contenidos”.

“Los riesgos de contacto se refieren al grooming, que es una práctica en la que un mayor de edad, utilizando un perfil falso contacta a nuestros hijos a través de un videojuego o una red social, haciéndose atractivo para ellos para ganarse su confianza y haciendo ingeniería social en las redes sociales pueden ver en qué colegio estudian, qué gustos tienen, es muy fácil acercarse a los menores con este tipo de acciones y luego conseguir de ellos material sexual y tenerlos extorsionados mucho tiempo”, refirió De Saracho.


Agregó que “también tenemos los riesgos de conducta, que están más centrados en el contenido que invita a los menores a hacer cosas peligrosas, como este último reto que hubo en el que se pedía a adolescentes tomar clonazepam para ver después de cuántas pastillas se quedaban dormidos, al final nuestros hijos no entienden que eso puede arriesgar su vida o su integridad y como este reto ha habido muchísimos


Adultos mayores, otro eslabón débil


Víctor Merchand, estratega de la ONU en Tecnologías de la Información, comentó que otro eslabón débil en la cadena de la ciberseguridad son los adultos mayores, porque “son relativamente nuevos a ciertas tecnologías, y últimamente hay una proliferación de servicios digitales sobre todo de la banca y gobierno. Por esta razón están expuestos a diversos riesgos, los cuales tienen que empezar a identificar porque así como se cuidan en el mundo real y no a cualquier persona le dan su dirección, su teléfono, su número de cuenta o su NIP, debemos hacerles ver que deben de cuidarse de la misma manera en el mundo digital”.


Merchand recomendó a las personas adultas mayores crear “redes de confianza que les ayuden a identificar las aplicaciones correctas, los sitios web oficiales, ya que no están tan relacionados con cuestiones de ciberseguridad. También para crear contraseñas seguras y fáciles de recordar, pero difíciles de robar. Una de las recomendaciones es usar palabras relacionadas con un recuerdo muy vivo, pero mezclarlo con caracteres especiales de manera que tengan una contraseña fortalecida”.


Es muy importante que los familiares los apoyen que los orienten antes de bajar una aplicación, de descargar un archivo, que consulten los términos y condiciones. Esto hará que se sientan más seguros en el ambiente digital y que tengan confianza en la tecnología porque a raíz de malas experiencias las personas adultas mayores generan desconfianza hacia la tecnología”, subrayó.


Procurar a personas con discapacidad


Ileana Gama, directora de Información y Accesibilidad del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), se refirió a las personas con discapacidad (PCD). “Se calcula que en el mundo hay 1,300 millones de personas con discapacidad, es más o menos el 16% de la población mundial, en México hay 6.2 millones de personas, y esta cifra está incrementando porque cada vez vivimos más y hay más enfermedades nuevas que ocasionan la discapacidad”.


El artículo 9 de la convención de las naciones unidas para los derechos de las personas con discapacidad establece que nadie debe quedar excluido de la información, de la utilización de los teléfonos móviles, del internet, de las aplicaciones y servicios, sobre todo porque son habilitadores, nos permite tener derecho a la educación, trabajo, economía, interactuar incluso en la vida física”, apuntó.


Por ello, mencionó, es urgente la elaboración de políticas públicas “que les habiliten el utilizar la tecnología; la alfabetización que les permita aprender a utilizar la tecnología de asistencia como lectores de pantalla; y la seguridad digital. Estamos muy enfocados en los usuarios finales, pero hay matices, existen niñas, niños y adolescentes a los que hay que proteger en el entorno digital, padres, madres, docentes, adultos mayores y personas con discapacidad”.


“Emitimos la guía especial para la seguridad digital de las personas con discapacidad, seguiremos trabajando en diversas actividades que les permitan aprender a usar las tecnologías y además protegerse, porque el desconocimiento los hace vulnerables y presa más fácil de estafadores y tácticas de phishing o malware.

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